Blog
Siguenos en

13 horas, los soldados secretos de Bengasi - La verdadera historia

13 horas, los soldados secretos de Bengasi - La verdadera historia

Justo en el 11º aniversario del ataque a las torres gemelas, milicias islámicas protagonizaron el mayor ataque llevado a cabo por milicias contra embajadas americanas de los últimos tiempos. Atacaron las dependencias del embajador J. Christopher Stevens en Bangasi y llevaron a cabo una masacre sin precedentes por su brutalidad. 6 ex-US Navy SEAL defendían el complejo tratando de proteger la vida del embajador. Y lucharon heróicamente hasta el último suspiro por lograrlo.

bengassi seal dead annack

Hoy os hablamos del coraje de unos miembros de las operaciones especiales que actuaron a sabiendas de que iban a morir. Hoy os hablamos de uns soldados que lucharon en desigual combate contra fuerzas mejor armadas y que les superaban en número en una proporción de 1 a 8 hasta el final. Y hoy os hablamos de un grupo de ex-SEAL que, pese a haber dejado el servicio activo, dieron honor a un cuerpo que aún hoy les honra por lo que hicieron. 

Tal fue su proeza, que el aclamado director de cine Michael Bay ha llevado al cine la historia en su película "13 horas: los soldados secretos de Bengasi", en la que narra los hechos y precisamente centra la trama en la heróica actuación de los SEAL. La película está siendo rodada en estos momentos y tiene previsto su estreno mundial en enero de 2016.

Nunca jamas un ataque fue tan fotografiado, retransmitido y expuesto como aquél.  Y os vamos a contar porqué.

Antecedentes al ataque de Bengasi.

La masacre estaba absolutamente anunciada. Todos sabían que iba a suceder. La única duda era conocer el cuándo y el cómo.

Desde el mes de abril de 2012, la inestabilidad en la zona había ido creciendo exponencialmente. En abril de 2012, una bomba casera había sido lanzada sobre la verja de la embajada americana. Al mes siguiente, una oficina de la Cruz Roja repleta de personal norteamericano fue atacada por autoproclamados miembros de Al-Qaeda, provocando que 3 meses después se suspendiesen las operaciones de este organismo a no poder garantizarse la seguridad de su personal. El 5 Junio, otra bomba fue lanzada contra la verja del perímetro de la embajada norteamericana, sin heridos pero causando graves destrozos materiales. En esta ocasión, las Brigadas del Mulá Omar Abdul Rahman se atribuyeron la autoría del ataque. 5 días después, el embajador británico escapó de milagro de un atentado contra su convoy mientras se desplazaba por la ciudad. Dos miembros de su protección personal fueron gravemente heridos. El 18 de Junio, la embajada de Tunez fue atacada. Parecía que se había desencadenado una feroz competencia entre los grupos islámicos radicales de la zona para ver cuál llevaba a cabo los ataques más sangrientos y con más renombre. La situación era, día a día, cada vez más insostenible.

manifestaciones bengasi 2012 annack

manifestaciones bengasi 2012 annack

manifestaciones bengasi 2012 annack

En mitad de todo este follón, se encontraba J. Christopher Stevens, el embajador norteamericano en Libia. Stevens, abogado de vocación y embajador de profesión había desempeñado distintos cargos en la zona desde hacía años. Jerusalem, Damasco, Cairo, Riad y dos veces en Damasco (Libia) habían sido sus últimos destinos antes de Bengasi. De modo que bien podría decirse que no sólo conocía perfectamente la zona y el ambiente en el que se encontraba, sino que estaba al tanto perfectamente de el cariz que estaban tomando los acontecimientos.

j christopher stevens annack

Tras la escalada de violencia que estaba sufriendo la zona, Stevens solicitó en repetidas ocasiones aumentar la seguridad de las instalaciones americanas, petición que fue atendida por la administración Obama enviando refuerzos de operarios ex-miembros del SEAL. Esta medida era claramente insuficiente para detener todo el problema que se venía encima, pero, de alguna forma salvaba la cara de un Departramento de Estado que no podía quedarse de brazos cruzados. Internamente, esta medida fue muy criticada, dado que el consulado no era un sitio seguro frente a ataques masivos de milicianos preparados y los efectivos enviados poco podrían hacer para detener un posible ataque si este se producía. Es decir, era una trampa sin salida esperando a suceder. 

Los intereses americanos de Libia, protegidos por ex-Navy SEAL.

Una de las medidas adoptadas para aumentar la seguridad del embajador fue protegerle con miembros de seguridad privada. Para ello, se solicitó los servicios de Blackwater, una compañía de Seguridad privada especialista en zonas en conflicto la cual solía enorgullecerse de contar con muchos ex-SEAL entre su personal. Este era el caso, entre otros, de Glen Doherty y Tyrone 'Ty' Woods. Eran los candidatos idoneos.

seal benfasi annack

Ambos se habían retirado del servicio activo de los SEAL buscando más dinero y quizás menos dureza a la vida.

Glen Doherty, pasó de sus estudios de piloto a unirse al US Navy para acabar en los SEAL. Estuvo presente en el famoso ataque al barco USS Cole y llevó a cabo numerosas misiones en varios turnos de servicio en Irak y Afganistan. Poco se sabe de las misiones que llevó a cabo, pero debió ser un miembro destacado, puesto que fue ascendido varias veces. En 2005 se licenció con honores de la Marina USA.Aprovechando su tremenda experiencia y formación en el combate en zonas de Oriente medio, fue contratado por la compañía de seguridad privada para llevar a cabo trabajos de protección y escolta en Irak, Afganistán e Israel. Tras el estallido de los combates en Libia, Doherty pidió a su compañía ser enviado a ese país. Mucho riesgo significaba mucho dinero.

Ty Woods fue un militar de carrera con más de 20 años de servicio en el ejército. Y de entre todos sus destinos, del que más se enhorgullecía era de haber formado parte de los Navy SEAL. Y es que con ellos tuvo una hoja de servicios brillante. En 2005 había sido condecorado con la Estrella de Bronce por acciones destacadas en los combates. Le fue concedida por haber llevado a cabo exitosamente 10 acciones de combate y 12 ataques frontales durante un turno de servicio contra objetivos de insurgentes islámicos en la zona de Al Anbar (Irak), cuando Irak estaba en sus momentos más difícles tras la caída de Sadam Husein. En 2010, decidió retirarse del servicio activo y pasar al sector privado, tratando de sacar el máximo dinero posible en los últimos años que le quedaban de servicio activo. 

Ambos dos, fueron los miembros más destacados de un grupo de 6 SEAL que fueron destinados por la Secretaria de Estado para defender las dependencias americanas del Bengasi. 

El ataque a la embajada americana de Bengasi el 11 de septiembre de 2012. 

El 11 de septiembre de 2012, 150 milicanos fuertemente armados inciaron un ataque contra el consulado norteamricano en la ciudad de Bengasi al caer la noche. Sabían que ese día, el embajador Stevens visitaba la zona y que era un blanco perfecto. El ataque no tenía nada de premeditado, puesto que los milicianos se lanzaron armados hasta los dientes: morteros, lanzacohetes RPG, fusiles de asalto AK47 y FN2000, pistolas, ametralladoras pesadas montadas en coches, granadas y cockteles molotv formaban parte de su arsenal.

Hacia las 21h, los milicianos bloquearon las calles cercanas con grandes camiones armados con ametralladoras pesadas. Deseaban cortar cualquier ayuda terrestre que pudiese llegar a la embajada desde el exterior. Nadie en la embajada se enteró de ello. La noche era tranquila, sin apenas moverse una brisa de aire. En aquél momento, sólo había 7 americanos en el complejo, incluyendo el embajador Stevens.

embajada bengasi libia annack

Exactamente a las 21:40, los 150 milicianos al grito de "Allah Akbahr" se lanzaron al ataque contra la embajada. Aparecieron por distintas zonas de un complejo que tenían perfectamente estudiado. Conocían los puntos ciegos, las zonas en las que las verjas eran más bajas y en que zonas las cámaras no vigilaban totalmente. Comenzaron lanzando granadas y granadas de humo por encima de la verja y, cuando apenas se podía ver por la humareda, arrasaron las verjas con camiones de gran tonelaje los cuales entraron sin apenas dificultad.

Woods y Doherty estaban presenciando todo por las cámaras de seguridad. Sabían que se iba a montar un ataque a gran escala. De modo que hicieron sonar la alarma de la embajada y llamaron urgentemente a todo aquél que se les pasó por la mente: a la embajada americana en Tripoli, a su empresa, al departamento de estado en Washington, al cuartel general de la Brigada Libia "17 de febrero" y a una pequeña fuerza americana que se encontraba en la zona cercana. Pedían ayuda de forma inmediata porque sabían que, de no llegar, no saldrían de allí con vida. Recibieron una llamada de la CIA diciendo que según los informes de las 21:00, todo estaba tranquilo, que no había motivos de alarma y que siguiesen informando sobre acontecimientos. El embajador Stevens por su parte, llamó al teléfono móvil personal del responsable de la misión americana en Tripoli para avisarle de lo que iba a suceder. El Responsable no reconoció el número de quien le llamaba, por lo que apagó el móvil y siguió durmiendo.

Uno de los Navy SEAL, Scott Strickland, llevó al embajador a una habitación segura que la embajada tenía en casos de ataque. Le ordenó que se tumbase en el suelo y que cerrase la puerta mientras ellos defendían la casa. El resto de los agentes de seguridad, fueron corriendo a la casamata de la entrada para tomar sus carabinas M4 y armarse para resistir el ataque.

embajada americana bengasi annack

Los milicianos entraron facilmente en la embajada y lograron llegar al edificio principal casi sin oposición. Provistos de sierras mecánicas, lograron arrasar todas las puertas y muebles de madera que se les pusieron por delante. También portaban latas de gasolina, para incendiar todo lo que encontrasen. Y eso es precisamente lo que comenzaron a hacer. Stevens y Sean Smith, un compañero suyo del servicio diplomático, estaban atrapados en la sala segura, Nada podían hacer desde ahí excepto oir e intuir lo que sucedía fuera. Los milicianos comenzaron a incendiar todo a su paso, lo cual provocó una densa humareda que se dispersó por la embajada y, sobre todo dentro de la sala segura. El embajador se estaba asfixiando puesto que esta sala no era hermética. En ese momento, Stevens tomó una decisión que le costaría la vída. Ante la tesitura de morir asfixiado, él y su otro acompañante decidieron salir de la sala segura para intentar escapar. Al salir, la densa humareda les separó y ya no volvieron a encontrarse. Smith, fue abatido instantes después.

embajada bengasi annack

Stevens se encontraba solo entre la humareda, por lo que comenzó a pedir gritos de auxilio. Tras oirlos, un grupo de 3 SEAL entró en la sala principal en un jeep armado para buscarle, pero no logró dar con él. Esos mismos gritos sí sirvieron para que los milicianos islámicos le encontrasen y le capturasen con vida.

A las 22:05, los SEAL Woods y Doherty decidieron hacer un último intento para rescatar al embajador. Ese era el momento en el que peor estaba la situación. Había humo por todos lados, milicianos emboscados en todos sitios, fuego, confusión y muchos disparos por todos sitios. Sabían a lo que se arriesgaban. Y decidieron entrar con su coche.

Al entrar la acción duró poco. Eran 3 contra casi 150 que les atacaban enfurecidos. Woods y Doherty fueron disparados casi a bocajarro y su coche carbonizado. Los informes de inteligencia americanos declararon que sus cuerpos (incompletos) fueron encontrados abandonados semanas despues. Cada cuerpo tenía más de 100 disparos. 

embajada bengasi annack

embajada bengasi annack

embajada bengasi annack

En lo referente al embajador Stevens, cuando fue encontrado por los milicanos estaba casi asfixiado. Había inhalado tanto humo que se encontraba semi-inconsciente por lo que, tras ser zarandeado y golpeado en numerosas ocasiones, se le disparó dos veces en el costado por un AK47 y fue abandonado en el suelo. La acción había tenido éxito y había conluido.

Posteriormente, aun con los milicianos por ahi, parte de los habitantes del barrio se adentarron en el complejo y trataon de sacar el cuerpo de Stevens para comprobar si aún estaba con vida. Las imágenes del cuerpo intoxicado y con dos disparos en el costado dieron la vuelta al mundo.

chris stevens muerto annack

chris stevens muerto annack

Durante la siguiente hora, los milicianos se deicaron a pasear por el complejo de edificios ardiendo y hacerse selfies y fotos con la señal de victoria.

ataque consulado bengasi annack

ataque consulado bengasi annack

ataque consulado bengasi annack

ataque consulado bengasi annack

ataque consulado bengasi annack

Mientras tanto, el cuerpo de Stevens fue llevado al hospital de Bengasi, para ser custodiado en el depósito de cadáveres. Al día siguiente, un grupo de milicanos de los que habían participado en el asalto, se lograron colar en el hospital, filmaron el cadaver ... y en menos de 1h lo colgaron en Internet.

Había sido una gran victoria para los milicianos. Y por seguro que pensaban sacarle todo el rédito y publicidad posible. Por ello, los milicianos no sólo habían grabado en vídeo todo, sino que grabaron al ajusticiamiento del embajador y, una vez concluido el asalto, emplearon bastante tiempo en hacerse fotos. Con calma. Cuidando las imágenes. Y como era de esperar, en menos de 3h, todas las fotos y vídeos estaban debidamente colgados en Internet para dar publicidad al acto.

consulado americano bengasi annack

consulado americano bengasi annack

consulado americano bengasi annack

Polémica en Estados Unidos tras el asalto al consulado de Bengasi. 

Durante todo el ataque, no hubo ningun tipo de acción de ayuda por parte de EE.UU. Tras las repetidas noticias de disturbios en Bengasi, se envió un dron de reconocimiento el cual no llegó a la zona hasta las 23:10. Para esa hora, la embaja ya estaba en llamas y Stevens estaba muerto. Cuando el dron comenzó a retransmitir imágenes en directo de todo el complejo en llamas, el pánico cundió en Washington. Hillary Clinton intentó coordinar una acción de ayuda de emergencia para la zona. Cuando llegaron, a la 1am, tan sólo pudieron llevar el cuerpo de Stevens al hospital más cercano, donde sólo se pudo certificar su muerte.

La cantidad de imágenes colgadas en Internet sobre el asalto abrió la mayoría de los telediarios americanos al día siguiente.

Ante esto, al día siguiente Obama apareció en TV condenando el ataque y amenazando con que los responsables serían llevados ante la justicia. Realmente, nada de esto sucedió. Una milicia de 150 inidentificados dificilmente puede ser perseguida. Seis días después, un secretario de Estado intentó tapar la cadena de errores sucedida explicando a la prensa que se trató de una ataque espontáneo llevado por gente inidentificada que fue imposible de preever.

Tras ir desvelándose los detalles del ataque, el padre de Ty Woods comenzó una campaña pública para denunciar que si la reacción de la CIA y de la embajada americana en Tripoli hubiesen actuado de forma rápida, la vida de su hijo podría haber sido salvada.

ataque bengasi annack

Este hombre, se convirtió en un símbolo contra los errores militares y tal fue el revuelo que causaron sus declaraciones, que hasta la Secretaria Hillary Clinton tuvo que salir a dar explicaciones publicas sobre los errores en la operación. Nuevamente, la polémica volvió a estallar cuando, en su discurso, Hillary Clinton "lamentó profundamente la muerte de Stevens y Smith" ... pero no dedicó ni una sola palabra a los ex-SEAL que habían dado su vida por tratar de rescatar al embajador Stevens.

Terminaba así uno de los episodios que más han conmocionado a la opinión pública americana en las últimas décadas. Un episodio en el que se sabe a ciencia cierta que la vida de un embajador y dos seal podrían haber sido salvadas si no se hubiesen cometido una serie enorme de errores en cadena. 

Tras lo sucedido, se especificó que todas las embajadas de EE.UU. deberían tener, al menos salas seguras herméticas y una guarnición de 10 soldados armados defendiendo al embajador.

Demasiado tarde para al menos dos Navy SEAL que antepusieron su honor al deber a su propia seguridad.